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    No es ningún secreto que Madrid está llena de joyas arquitectónicas, los edificios que recorren la ciudad de norte a sur y de este a oeste convierten a la capital española en todo un museo a pie de calle. Si hay un lugar cultural característico en Madrid, ese es Matadero, donde la arquitectura y el arte conviven.

    Matadero de Madrid fue construido originalmente en la década de 1920 a orillas del río Manzanares, convirtiéndose en un ejemplo de arquitectura industrial de la época. El antiguo matadero estaba compuesto por un conjunto de pabellones proyectados por Luis Bellido, con 48 pabellones situados en 164.415 m2 dedicados a realizar las funciones de matadero industrial y mercado de ganados en la ciudad de Madrid hasta 1995. Matadero cerró sus puertas para comenzar una rehabilitación de su interior y convertirse en el centro cultural referente de Madrid.

    Matadero en la actualidad

    Matadero presenta una imagen totalmente renovada, alejándose de lo que fue como matadero, pero manteniendo el estilo industrial que le caracteriza. Actualmente, este centro de creación contemporánea concentra una importante representación de intervenciones significativas de la denominada nueva arquitectura madrileña.

    Durante su rehabilitación, se preservó la envolvente de las naves, convirtiéndose en campo de experimentación arquitectónica, con la reversibilidad de las actuaciones como línea maestra y haciendo posible que los edificios puedan ser devueltos a su estado original.

    Vestíbulo de entrada e Intermediae

    Arturo Franco y Fabrice Van Teslaar, junto con el arquitecto de interiores Diego Castellanos, fueron los encargados de la rehabilitación del vestíbulo de entrada por Paseo de la Chopera 14 e Intermediae.

    Este proyecto se caracteriza por el uso del hierro y el vidrio como materiales protagonistas, buscando un equilibrio entre el respeto por la identidad del propio lugar y la incorporación de nuevos elementos. Para ello se emplearon exclusivamente materiales industriales utilizados directamente sin sufrir apenas manipulación. Esta rehabilitación fue ganadora de varios premios.

    Intermediae, vestíbulo de entrada de Matadero

    Nave 0

    En la Nave 0 se ha intervenido mínimamente para garantizar la conservación y consolidación de los elementos del espacio característico por su estructura diáfana de arcos bolados y columnas.  En la actualidad, conserva su aspecto original y las huellas de un incendio sucedido en los años 90. La antigua cámara frigorífica de matadero municipal conserva su pavimento original de baldosa hidráulica manteniendo su disposición arquitectónica constituida por su estructura diáfana de arcos volados y columnas.

    Nave 0 mantiene su aspecto original caracterizado por los arcos bolados y columnas.

    Central de diseño

    José Antonio Roldán fue el encargado de rehabilitar la Central del Diseño, una actuación que consistió en mantener la fuerza de la propia descomposición constructiva de los elementos incorporando materiales reciclados y reciclables como: policarbonato desmontable para el muro luminoso, bandejas industriales de parachoques reciclados en el suelo, hierro galvanizado y vidrio.

    Resultado de la rehabilitación de la Central del Diseño.

    Naves del Español

    Los arquitectos Emilio Esteras y Justo Benito realizaron la rehabilitación de las Naves del Español. La intervención, guiada por los principios de la reversibilidad, flexibilidad y versatilidad, permitió dotar al espacio de múltiples configuraciones escénicas, incorporando nuevos elementos y materiales como el policarbonato y la estructura de andamio, que se yuxtaponen a los existentes y permiten una clara lectura de las intervenciones.

    Naves del Español, un espacio lleno de versatilidad para obras escénicas.

    Taller y oficina

    Nave formada por un espacio polivalente en el piso superior, el taller y una oficina en la planta baja para el equipo de Matadero. Esta rehabilitación fue obra de Arturo Franco, respetando la configuración espacial preexistente que interviene de manera muy efectiva a través de pocos elementos: un revestimiento de los espacios interiores de tejas planas, aparejadas, previamente recuperadas de una cubierta en mal estado. Se reemplaza la cubierta original de teja y el conjunto se refuerza con un acabado del interior de vigas de madera recuperada.

    Lo más innovador es que se trata de un proyecto bioclimático porque la teja contribuye al confort térmico, acústico y sostenible del edificio, que ha sido reinventado con elementos pertenecientes a su entorno.

    El taller y oficina mantiene la cubierta de teja que contribuye al confort térmico, acústico y sostenible

    Plaza y calle matadero

    El espacio entre las naves también es importante en la arquitectura de Matadero por sus dimensiones y calidad urbana. Estos dos espacios, Plaza y Calle, funcionan como el gran ágora y el foro del centro cultural.

    La Calle Matadero se modela como una calle peatonal de adoquín y aceras de granito. La Plaza Matadero se configura como un gran espacio vacío y libre sin arbolado, sin equivalente en la ciudad de Madrid que se ha convertido en el lugar icónico del Centro para actividades al aire libre de gran escala como conciertos, festivales o mercados. Esta renovación ha sido desarrollada por Ginés Garrido, Carlos Rubio y Fernando Porras.

    Plaza y Calle de Matadero Madrid, un espacio peatonal de adoquín y aceras de granito.

    Nave 16

    Una de las renovaciones que más destacan es la de la Nave 16, un espacio de más de 4.000 m2 que permite dividir el espacio en módulos independientes gracias a sus grandes paneles de acero. La obra de los arquitectos Alejandro Virseda, José Ignacio Carnicero e Ignacio Vila Almazán, ha logrado dotar de flexibilidad al espacio introduciendo puertas metálicas de dos alturas que contrastan con el carácter tectónico e imperecedero de las envolventes naves. El material usado para las puertas es el acero, cuyo cromatismo contrasta con la superficie de la envolvente del edificio. Cuando las puertas se abren, esta envolvente muestra su característica estructura de finos perfiles metálicos.

    Nave 16, un espacio multifuncional gracias a sus puertas metálicas.

    Depósito de agua

    Si por algo se caracteriza Matadero es por su depósito elevado de agua, todo un hito visual de la comunicación del centro cultural y que sirve para almacenar agua en la cuba. En 2011 los ingenieros, Luis Benito Olmeda y Francisco Calderón, junto a María Langarita y Víctor Navarro, llevaron a cabo la restauración y consolidación estructural del depósito de agua.

    Actualmente, su nuevo sistema de iluminación, la rotulación de la cuba y la adecuación del vaso del depósito dan la bienvenida al acceso público a Matadero desde Legazpi. El depósito alberga un jardín de plantas seleccionadas en una zona de descanso y disfrute situada entre los pilares del uste.

    Característico depósito de agua de Matadero

    La Cineteca

    En la cineteca, lo antiguo y lo nuevo conviven en una atmósfera sombría en la que la luz artificial de los leds y las proyecciones se convierten en un elemento fundamental. Destacan las cestas que se configuran como un elemento luminiscente que alimenta de la luz los techos de las salas de cine y del archivo. José María Churtichaga y Cayetana de la Quadra Salcedo realizaron la obra manteniendo la estructura espacial existente.

    La cineteca, un espacio donde lo antiguo y lo nuevo conviven.

    Casa del lector

    Antón García Abril ha sido el encargado de crear esta rehabilitación partiendo de que la esencia de este proyecto arquitectónico es la conectividad de personas, tanto público general como profesionales, ideas, espacios y lugares. Las naves 13 y 14, de corte longitudinal, se conecta transversalmente mediante puentes de vigas de hormigón pretensado, provocando el encuentro entre las dos estructuras.

    La casa del lector en Matadero.

    A ORILLAS DE MADRID RÍO

    Si el antiguo Matadero de Madrid se encontraba a orillas del río Manzanares, el nuevo Matadero se encuentra integrado en Madrid Río. Se trata de un nuevo espacio ajardinado que contribuye a realzar y poner en valor el complejo cultural de Matadero Madrid. Así, Matadero se configura, por una parte, como la nueva centralidad cultural del sur, y, por otra, como la antesala hacia el Paseo del Arte, con el que guarda conexión por la atención que presta a las formas de expresión artística más contemporáneas, al tiempo que se integra en el conjunto del ámbito de Madrid Río a través de los paseos peatonales y ciclistas que lo recorren de norte a sur.

    Matadero es uno de esos lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida, pero si pueden ser más, mejor. Te invitamos a pasear por Madrid, descubrir sus rincones y conocer espacios de gran arquitectura como es Matadero.

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