La ducha higiénica como alternativa al bidé en el aseo

El bidé es una pieza de baño de higiene íntima común en los aseos de los hogares de países como España, Portugal, Grecia e Italia y en países de América latina. Aunque su uso sea común, los cuartos de baño que se diseñan en la actualidad no suelen contar con el espacio suficiente para añadir esta pieza.

El origen del bidé se remonta al siglo XVIII cuando Madame de Prie recibió al marqués de Argenson en audiencia sentada a horcajadas en un mueble en el que se disponía a realizarse su higiene íntima. En la época, también se usaba esta pieza como método anticonceptivo. El éxito del bidé se prolongó durante dos siglos, hasta que apareció la ducha de baño. La población de la época se decantó por esta nueva pieza, ya que cumplía de forma más adecuada su función higiénica.

La gran parte de las reformas de hoy en día que se realizan en los baños no suelen contemplar la posibilidad de añadir un bidé. Aunque se realice esta tendencia por ahorrar espacio en esta estancia del hogar, su utilidad está extendida y muchos usuarios no quieren prescindir de los beneficios higiénicos de su uso.

La ducha higiénica se está empleando como alternativa al bidé en el cuarto de baño. La principal ventaja que presenta frente a la pieza de higiene más tradicional es el reducido espacio que ocupa dentro del aseo. Al prescindir del bidé, se puede conseguir un mayor espacio para poder emplearlo en otros elementos del aseo como la ducha o el lavabo. Aun así, las duchas higiénicas no tienen un uso tan extendido en los países occidentales. Sin embargo, en países árabes o Japón la instalación de esta pieza en el aseo es muy común.

La utilidad de la ducha higiénica

Las duchas o grifos higiénicos son un sistema de ducha diseñado para su uso en el inodoro cuya función es similar a la de un bidé. Este tipo de grifería se compone por una ducha de mano que está conectada mediante un flexible a un grifo mezclador, que se encuentra empotrado a la pared y que dispone de una salida a la cisterna del inodoro. El rociador suele incorporar un botón con el que se puede controlar la intensidad y la temperatura del agua según se necesite.

La ubicación de una ducha higiénica se realiza próxima al inodoro, puesto que la mayoría de los modelos incorporan salida de agua para la cisterna. Este complemento para el inodoro se puede instalar en cualquier tipo de baño gracias a su recudido tamaño, ya que solo es necesario un grifo de mano. Esto lo convierte en una buena opción si se desea tener en el baño una pieza que cuente con las funciones higiénicas del bidé.

Otra de las ventajas de la instalación de una ducha higiénica en vez de un bidé en el aseo es el ahorro del espacio. Al tratarse de una pieza de tamaño reducido que se ubica en la pared del cuarto de baño, permite obtener una mayor amplitud del espacio. Además, las duchas higiénicas permiten profundizar en la limpieza del inodoro.

La instalación de las duchas higiénicas cada vez está más extendida. Su empleo se recomienda para lugares como hospitales, residencias de ancianos, centros para personas con discapacidad y guarderías. Al tratarse de un elemento práctico y de fácil uso, está recomendado para cualquier lugar en el que haya movilidad limitada. Su reducido espacio y las ventajas higiénicas que posee frente al bidé lo convierten en la mejor opción frente a la pieza tradicional.

También existe la posibilidad de instalar un inodoro washlets. Este tipo de pieza es conocida por usarse principalmente en Japón y consiste en un inodoro que incluye ciertas funciones que aporta un bidé.

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